Hola!
Esta semana queremos hablaros de nuestras limpiezas faciales y los productos que utilizamos en estos tratamientos.
La limpieza facial es un tratamiento fundamental en el cuidado del rostro. Nuestra piel en general y sobre todo la de la cara está expuesta a múltiples factores externos que la dañan y ensucian
Los factores externos más comunes son el sol, la contaminación y los malos hábitos. El sol causa perdida de hidratación que puede producirnos manchas, y envejecimiento de la piel. La contaminación también afecta negativamente a nuestra piel, las impurezas, toxinas y residuos se acumulan en ella ensuciándola y en algunos casos provocando irritaciones. Y, por último, los malos hábitos tanto alimenticios (el café, el alcohol y las grasas saturadas deshidratan la piel y hacen que pierda vitalidad) como en nuestra rutina de belleza diaria (algunos productos cosméticos como los maquillajes pueden producir infecciones cutáneas si no se retiran correctamente) pueden hacer que nuestra piel esté apagada, sin brillo, seca, con puntos negros o simplemente deshidratada.
La frecuencia con la que debemos realizarnos una higiene facial viene determinada por nuestro tipo de piel. En pieles normales es recomendable hacerse, como mínimo, una por cada cambio de estación, para ayudar a nuestra dermis a que se adapte mejor a los cambios. Si nuestra piel es seca o muy grasa deberíamos aumentar la frecuencia.
Con la higiene facial lo que hacemos es limpiar la superficie de la piel de todas las toxinas y grasas que se van acumulando y tapando nuestros poros impidiendo que la piel respire y se oxigene. Además, nos ayudará a aprovechar al máximo los beneficios de los productos cosméticos que utilizamos diariamente. Y, por otro lado, si vamos a hacernos cualquier otro tratamiento facial, realizar antes una limpieza facial potenciará aún más el tratamiento, ya que los productos que apliquemos después tendrán un mayor impacto.
En las higienes faciales profesionales que realizamos en nuestra clínica confiamos en la gama Osmoclean de Esthederm Institut Paris que ofrece soluciones innovadoras para la preparación de la piel. Las propiedades de sus desmaquillantes, limpiadores, tonificadores, cremas y exfoliantes acaban con los excesos e impurezas, respetando la integridad del ecosistema cutáneo. Incluso en aquellas epidermis más sensibles.
- Antes de realizar una limpieza facial, evaluaremos tu tipo de piel para ajustar el tratamiento necesario. Cada tipo de piel, bien sea seca, grasa o mixta, tiene unas características concretas y, por lo tanto, unas necesidades diferentes.
- Empezamos con una primera limpieza para retirar la suciedad más superficial con la leche limpiadora que dejará la piel más flexible y preparada para recibir los tratamientos, continuamos con una loción desensibilizante que culmina el desmaquillado de las pieles sensibles y reduce los efectos irritantes de la piel.
- Seguimos con una exfoliación de las impurezas más profundas con una crema desincrustante suave logrando la oxigenación de la piel.
- Posteriormente, aplicaremos una loción adaptada a cada tipo de piel para después aplicar mediante masaje sobre el rostro y el cuello una mascarilla exfoliante clarificante que actuará aproximadamente sobre 10 minutos para cerrar los poros y calmar la piel después del trabajo que hemos realizado sobre ella.
- Después, aplicamos unos minutos de diatermia (calor) para abrir los poros para facilitar la extracción manual de las sustancias que están depositadas más profundas.
- Por último, aplicamos una crema de reposo biomimética como pantalla protectora para que la piel recupere su serenidad y confort, quede descansada, des estresada y aliviada y atenúe las rojeces propias del tratamiento. Además, nos servirá de capa protectora frente a la exposición solar y demás contaminantes.
Es un tratamiento imprescindible para lucir una piel sana y bonita y además ¡el proceso es muy relajante!
Aquí te esperamos.