La incorporación del hombre a los tratamientos médico-estéticos ha experimentado un aumento exponencial en los últimos años. Desde que abrimos la clínica hemos notado el progresivo interés de los hombres en tratamientos faciales de eliminación de las arrugas. Por ello, hemos trabajado en la creación de Protocolos Específicos que se adapten mejor a sus necesidades y deseos.
Los hombres, tienen una piel un 20% más gruesa que las mujeres, además, es más rica en fibras de colágeno y elastina. Como consecuencia de ello tarda más en arrugarse, pero cuando lo hace, aparecen líneas más profundas y marcadas. Las primeras arrugas en el hombre comienzan a manifestarse entre los 35 y los 40 años, mientras que en la mujer suelen presentarse entre los 30 y los 35.
En algunos casos existe un envejecimiento prematuro de la piel debido a factores externos como el consumo del tabaco, alcohol, malos hábitos alimentarios, estrés, contaminación o la ausencia del uso de protección solar. Además, pese a poseer una cantidad superior de glándulas sebáceas que les permiten producir una mayor cantidad de grasa que actúa frente a factores ambientales hay que tener en cuenta que en muchos casos su piel se ve diariamente agredida por el rasurado, lo que a veces se traduce en irritaciones, sensibilidad, sequedad y foliculitis.
El enfoque para tratar el rostro de un hombre es bien distinto al de la mujer debido a sus rasgos anatómicos, su tipo de piel y su canon de belleza. Habitualmente el resultado buscado por el varón es discreto y natural, buscan definir los rasgos, haciéndolos más marcados y angulosos para que les otorguen un aspecto masculino, una imagen de hombre seguro de sí mismo y en su mejor momento, con experiencia y atractivo.
En este artículo vamos a centrarnos en el rejuvenecimiento del tercio superior del rostro para conseguir atenuar las arrugas, y tener una piel más tersa e iluminada.
En nuestra clínica hemos creado un Protocolo específico bajo el sello Graziella Moraes (P.G.M.) con el que conseguimos una sutil relajación de la musculatura de la frente sin borrar del todo las arrugas, pero retándoles dramatismo. Para ello utilizamos un tipo de ácido hialurónico con el que se rellenarán las arrugas más marcadas para disimularlas, pero sin restar movimiento a las cejas. Además, combinaremos está técnica con la utilización de botulina en las arrugas de la cola del ojo, las conocidas patas de gallo para abrir el ojo y conseguir una mirada más expresiva.
Este tratamiento dual diseñado específicamente para el hombre consigue unos resultados discretos y muy naturales.
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