Desde hace bastante tiempo empezó un viaje muy importante para mí que fue el de encontrar un médico estético que me convenciese al cien por cien.
Perdí 16 kg en poco tiempo, lo que irremediablemente pasó factura a mi rostro ( se me marcaron las ojeras muchísimo y se me desdibujó el óvalo facial, es decir, se me quedó de regalo la famosa "cara ozempic"), lo que me hizo darme cuenta de que quizás debería acudir a la medicina estética para solucionarlo, ya que, cosméticos o maquillaje no sería suficiente.
Fuí muy meticulosa y exigente en mi búsqueda, por lo que acudí a muchas consultas de diferentes ciudades durante varios meses, pero ningún médico estético me convenció por diferentes motivos. Para mí tocarme la cara era algo importante, que me daba mucho respeto e incluso miedo, por lo que buscaba también a alguien muy especial en quien poder confiar y con quien sentirme cómoda al cien por cien, desde el principio y durante todo el proceso.
Cuando conocí a la dra Ana Seoane supe que ella era esa persona. Es una profesional cercana, que se para a escucharte y se asegura de entender lo que quieres, además de aconsejarte de forma super honesta y siempre sin imponer (además de ser una persona encantadora).
Durante todo el procedimiento te sientes realmente cómoda ( es como si te estuviese pinchando una amiga ) y se pasa el tiempo volando.
El resultado es impecable, inmejorable y no es algo subjetivo ya que, varios amigos y conocidos que no saben que me hice nada me dicen lo bien que me ven últimamente … pero no sabe el por qué ( esto último es un punto importante, ya que, precisamente es porque yo buscaba ante todo no perder ni mi armonía facial, ni mi naturalidad, "hacerme algo para verme mejor, pero sin que nadie supiese el qué", algo cada vez más complicado en medicina estética, pero que, sin duda, es la esencia del trabajo de Ana )
En resumen, estoy super super super feliz y agradecida por haber encontrado a Ana ya que gracias a ella conseguí una versión de mí que me encanta.
También quiero decir que el resto del personal de la clínica con el que he tratado, en concreto las chicas de recepción, son un encanto.